EL MAYOR PLACER DEL MUNDO

Queridos lectores, la siguiente anécdota que os voy a contar, la habrán vivido en algún momento paupérrimo de sus vidas. Porque la verdad , es que de esto nadie se salva, y saciar esa necesidad se coloca en el primer lugar a la hora de elegir entre pasar una noche con pampita o manejar una fórmula uno.
Me econtraba en un largo , intenso y arduo viaje a bariloche, en un micro , empresa "CARLOS" y con el resto de los pasajeros (amigos y ex compañeros) dormitando. Estábamos a la altura de neuquén y durante una charla con un amigo fue cuando sucedió. Un irrespetuoso e impaciente sorete , decidió salir a luz antes de lo previsto, sin considerar la situación en la que su dueño se encontraba. De todas formas , el excremento , se puede justificar , y con toda la razón, que ya me había avisado con toda las flatulencias que fui despidiendo a lo largo del viaje.
En fin , se tiró como por un tobogán sobre mi recto y fue a pedir permiso para salir. La cerrada y compresión de nalgas fue suficiente como para decirle que se vuelva a meter para adentro. Pero el mal educado se retobaba. Ahora , los gases no podían escaparse porque había un molesto estorbando en el camino. Así que los cólicos se hicieron escuchar pero dentro de mis intestinos. Me puse pálido.

LAA PUTA , ME ESTOY RE CAGANDO,, le dije a soco.

¿ te estas cagando ? me preguntó el, para asegurarse que me estaba cagando.

SI , ME ESTOY CAGANDO PELOTUDO, le respondí un tanto agitado.

Una gota de sudor frío se deslizó por mi frente. Doblaba las piernas , apoyaba los abdominales contra las rodillas , ya no sabía que hacer. El pelotudo de soco , me hablaba de algo que yo no tenía la más puta idea de que era. No lo podía escuchar. Estaba en un micro , de noche , en una ruta saliendo de neuquén, y lo peor de todo RE GARCANDOME. Se calmó por un instante. Era el momento de pensar. El baño del micro. Pero no podía cagar en el micro. No me acuerdo que pasaba , pero ahí no te dejaban cagar. Además a los pasajeros los iba a matar de un infarto, con el olor a descompuesto que iba a salir. Yo estaba totalmente transipardo. Agonizaba. Empeze a mojar la remera de gotas frías que se deslizaban por mi cuerpo.

YA FUE , VOY A PREGUNTARLE A UN PROFESOR EN CUANTO PARAMOS, pensé.

Pero cuando me paré , cometí el error de mi vida. La mierda bajo como una cascada. Qué como una cascadaa?? . COMO UNA CATARATA. como las cataratas del iguazú. Metí el orto para adentro y saque el miembro para afuera, como sacando pecho pero con la japi. Me agarré el estómago con la mano, puse cara de cadáver y me volví a sentar. Aquel sorete estaba jugando conmigo. No se podía quedar quieto esperando a que llegaramos. NO! , el quería salir en ese momento. Los pedos , enloquecieron. Había un kilombo adentro de mis intestinos. Parecía titanic , cuando los pobres desgraciados se querían ir para los botes, pero la cana no los dejaba. Soretes y pedos , desesperados por salir por una puerta que hacía todo lo posible por mantenerse cerrada. Pero hubo un dope. Solo uno , que hizo de Leo dicaprio , que tomó valor y salió. El gas comprimido , sumado a las nalgas cerradas generaron un ruido agudo, seco , y corto , lo que se sintió como un ácido escupido por mi ano. Me raspó como una lija. Pero mi lamento más profundo, fue al notar que la flatulencia venía acompañada. Chequeé mi calzoncillo y ahí estaba la prueba. El blanco de aquel dufour , se veía ahora distorsionado , por el marrón oscuro de la mierda líquida.

Soco , vino ácido ese pedo, le dije afligido.

NO te puedo creer , me respondió

Ya está , me tenía que aguantar toda la noche en el micro , hasta la siguiente parada. Y algo pude dormitar. Cada tanto me despertaba con la guerra de gases que se estaba llevando a cabo en mi intestino grueso. Eran cólicos que me empalidecian. Y todos los demás hijos de puta, dormían como bebes. Por fin , a eso de las 9 am, pararon. Habíamos llegado a Bariloche y nos derivaban a unas camionetitas para llevarnos al camping. Yo en lo único que pensaba era en liberarme de toda la bosta que llevaba dentro. Fui corriendo al baño. Un baño ediondo , diminuto , más sucio que los linyeras de rolón, con un olor nauséabundo , y un viejo que se encargaba de darte el papel. La verdad es que me chupó todo un huevo , patié la puerta y me encontré con un retrete todo cagado , esperando por mi orto. Pero me había olvidado de pedirle papel al viejo , así que tuve que salir y pedirle. El anciano hijo de puta , me dió dos migajas de higiénico. Pero no me importaba. Las deposite, masomenos en la tabla y senté mi culo , para sentir EL MAYOR PLACER DEL MUNDO. Llamé la atención de muchas personas , al liberar a las decenas de flatulencias que tenía presas. Si , parecía la segunda guerra mundial. ¿ Y el olor?. Nauseabundo , como te podés imaginar. Nunca antes me sentí tan relajado. Que lindo era escuchar como la diarrea caía contra el aguita del inodoro. No tan lindo cuando salpicaba y el aguita de ese nefasto inodoro se trepaba por los pendejos del ano , pero de todas formas muy relajante. Una vez que terminé, me encontraba sin un solo papel. Afuera estaba un amigo orinando.

Che tomi, no le pedis más papel ? , le dije

A ver , banca , me dijo

Asomó su mano por arriba de la puerta , y nuevamente tenía dos papelitos del orto. Hize lo que pude. Uno de los papeles, era tan pequeño que se metió entre las dos nalgas y no lo pude sujetar más. Así que con mi dedo índice, formé una especie de garfio y saque el papelito , totalmente amarronado. En fin , se me acabó el papel y todavía seguía con el culo completamente sucio.

Tomi, no le décis que te dé más papel, pero esta vez pedile abundante, le dije.

jajaj, ahora le digo , me respondió.


Esta vez no vino con dos papelitos. Vino con tres. El viejo del orto ratoneaba como un hijo de puta. Otra vez me las arregle como pude, y masomenos me pude limpiar. Por fin, con el ocote semi limpio, salí recuperado , sano y salvo. Mientras me lavaba las manos con javoncito diminuto como una moneda de cinco centavos, el viejo me miraba como esperando la propina. Que propina le iba a dar a ese viejo del orto, si le tuve que rogar para pedirle papel. Me hize el dolobu, encaré para la puerta y me fuí pa el micro.

¿ y pudiste cagar ? , me preguntó soco para asegurarse si pude garcar.

Si boludo, un placer, le respondí.

El resto del viaje , que lamentablemente era la parte más linda del mismo , me dispuse a dormir. Pero ahora no eran los cólicos los que no me dejaban cerrar un ojo, eran los hijos de mil puta de mis compañeros que estaban todos descansaditos y rompían las pelotas como un nene de dos años. Después de todo , llegué a bariloche cagado de sueño. La verdad , un viaje de MIERDA...