
domingo, 30 de noviembre de 2008
La Garchinovia

viernes, 28 de noviembre de 2008
El gordo

Señoras y señores, les presento a "EL GORDO". El gordo , es una persona, como su nombre lo indica, pasada de peso, perteneciente a una clase media de descendencia europea , generalmente italiana, miembro de un familia numerosa y un engranaje esencial en su grupo de amigos.
Para empezar la minuciosa descripción de este estereotipo , voy a situarme como un amigo del gordo y lo describiré desde ese punto de vista.
El gordo , cumple la función principal de ser amigo de todos. El siempre tiene los brazos abiertos para cualquiera, y su simpatía lo hace ser la persona mas agradable del grupo. Nunca jamás, nadie hablará mal del gordo. Siempre que pregunten por él, las respuestas serán , un grande por los hombres, y un divino por las mujeres.
El gordo fuma y en todas las fiestas se pone empedo, luego a haberse bajado un tonel de birra , y un tubo de fernet. Pero el pedo del gordo no es agresivo, si no que es cariñoso y alegre. El gordo se pone toqueton y abraza a las minas , las minas le responden con otro abrazo pero no están dispuestas a besarlo , por lo cual el gordo siempre termina con una simpaticona. Las pocas veces que al gordo le surge la violencia, es cuando tocan a sus amigos. Es el primero en saltar y pegar trompadas hasta matar el otro. El gordo enojado es un monstruo indomable.
Es especialmente cargoso y jodón. Siempre te pega en joda, te levanta , te abrasa, te dice : ¿ que te pasa puto? , y cuando hay un grupito de minas para chamullar es el que más chamulla. Tiene 1 millón de amigas pero su amor profundo , es una mina no muy linda y que nadie la conoce. Puede ser una mina que conoció en un viaje , o una prima , pero sus amigos la conocen por foto.
Entre sus gustos musicales , se destacan ,La renga y sobre todo el rock nacional contemporaneo. Aunque hay muchos casos de gordos , que les fascina el reggae.
Siempre que vas a la casa hay muuchaa comida. Y la vieja , una señora también con sobre peso y bastante cachetona , siempre te invita a comer. No son ariscas como la vieja de uno, que les jode todo,, no, estas viejas te sirven la milanesa más grande a vos y nunca tienen problemas con si viene un invitado porque la comida nunca falta. La heladera explota de cosas. Cosas inimaginables. Su cuarto es diminuto y está ubicado en una especie de altillo de la casa. Siempre esta desordenado , hay olor a huevo , ropa tirada , la cama sin hacer, desodorantes sin tapitas tirados en el piso de alfombra , y su indispensable instrumento " la bata".
El gordo también adora las manualidades o los fierros. Suele ocurrir , encontrártelo un sábado al mediodía, en cuero, debajo de su adorado jeep rojo. Y si , dije en cuero. A el gordo no le molesta su condición de gordo. Lleva su pansa con orgullo y la muestra sin vergüenza. Tampoco le molesta que sus amigos le digan gordo y no hace nada para bajar la sapan.
Cabe aclarar que este es una clase de gordo. No todos los gordos son así , pero este es un tipo de personalidad que se da en una persona generalmente gorda.
Esto fue una breve descripción de lo que se nos ocurrió es día, donde estuvimos hablando por más de media hora sobre este personaje. Fue un honor presentarle a mi amigo EL GORDO.
jueves, 27 de noviembre de 2008
La terrible mujer
Volvía muerta de hambre. Su estómago crujía. El tren estaba completamente lleno. Una calurosa tarde de un jueves de verano, Silvia volvía del trabajo. Hambre, sudor, cansancio, eran los adjetivos que describían su estado. La línea mitre colapsaba de gente. El ruido del tren al pasar por las vías. Las personas miraban hacia un horizonte con una cara caída y como sin esperanza. El sudor de las axilas se veía reflejado en las camisas de los trabajadores. “ y con solo 1 pesito, se puede llevar este fabuloso calendario…sin compromiso señora ehh”….Una vendedora ambulante se le acercó . Ellos entraban y salían, anunciando algo que nadie parecería escuchar. Los asientos totalmente destruidos, con grietas que reflejaban la goma espuma amarilla interior.
Luego de un largo viaje, Silvia llegó a la estación villa Adelina donde se bajó para dirigirse a su casa.
“La puta madre, no hay un carajo para comer”, decía Silvia mientras abría la heladera de su casa. Tomó el último yogurt que le quedaba y lo abrió. Deslizó su lengua por el plástico metálico que lo cubría limpiando todo el contenido que había sobre la tapita. Agarró una cuchara, y en tan solo un minuto se terminó todo el postre. Cansada, se tiró en el sillón a ver la tele, mientras sus parpados le pedían a gritos que los cierre.
Se despertó. Hacía mucho frío. Estaba todo oscuro y los objetos que decoraban el cuarto tomaban un tono azul con el reflejo de la luna. Apagó la tele y se dirigió hacia al baño. Se miró en el espejo y se encontró con su pálido rostro, cansado y con ojeras. La luz del baño se volvió un espiral y Silvia se sentía distinta. Temblaba y la veía entrar. Pero su tamaño era grande. Muy grande. Gigantesco. Y la sombra formaba una especie de animal amenazador.
Los llantos y gritos de Silvia se hicieron escuchar.
Otra vez no. Hija de puta!!. Te odio!!. Hija de puta!!
Se inclinó en el inodoro con el cuerpo totalmente sudado y empezó a vomitar. La imagen se achicó hasta que desapareció. Silvia se sentó al lado del inodoro abrazando sus piernas y llorando. Lloraba por algo que realmente la angustiaba. Y mientras sus llantos rompían el silencio de la habitación palabras plagadas de pena salían de su boca. Se levantó lentamente y tomó el teléfono.
- Tuve una recaída, decía mientras se secaba las lágrimas de los ojos.
- Bueno , quedate tranquila que voy para allá, le respondió el doctor.
Pensó en cosas para calmarse. Ahora el jazz, la luz, la tasa de té, las galletitas de agua y su figura reposando sobre el sillón formaban parte del escenario. Eran las tres de la mañana. Escuchó el auto del doctor.
- Silvia fueron muchos años de tratamiento
- No la puedo olvidar doctor, era igual a ella.
- ¿Estuviste tomando la medicación que te deje? Mira Silvita las cosas así no pueden seguir
- No quiero volver
- Yo tampoco quiero que vuelvas pero puede ser muy peligroso si seguís así
Silvia se tomó la cara con las dos manos y rompió en llantos.
- No doctor, otra vez no.
- Ya pedí una ambulancia querida.
El doctor sacó una larga jeringa y sin que la mujer se diese cuenta la pinchó.
Se levantó como de costumbre en la sala blanca, con el mameluco blanco y sobre camilla blanca. El infierno blanco. Junto a ella los acostumbrados fármacos que debía consumir. Al lado de su habitación sintió los gritos de una persona. Pensó en el típico drogadicto con síndrome de abstinencia. No podía entender como algunos jugaban con su vida sin valorarla mientras ella estuvo condenada a todas las miserias que vivió. Muy lentamente se bajó de la camilla y se acercó a la puerta donde pudo escuchar al doctor y a otra persona. Parecía un juez.
- Con tan solo diez años fue muy fuerte lo que paso señor juez.
- Es la cuarta víctima doctor.
- Hace cinco años que no sucedía nada y ella trabajaba sin ningún problema
- ¿Porque no le dice eso a toda la familia Gusmante?
Estaban hablando de ella. Silvia se preguntaba que había hecho. Como había sido. Un terrible recuerdo enfrío su piel. El tren. La gente rodeando a alguien tirado. Ver a la terrible mujer. Ella corriendo.
- Señor juez, la pobre mujer con tan solo diez año vio a su familia morir antes de ser violada por nada menos que su tía. ¿Comprende eso?
- No justifica las tres señoras que tiene en su haber y la otra pobre que se salvó de milagro.
- Fue tan solo una vez que se olvido su medicación. ¿ No entiende lo difícil que es para ella encontrarse con el rostro de su tía al ver otras mujeres parecidas?
- ¿La señora Silvia lo llamó a usted para confirmarle su asesinato?
- No. Me dijo que tuvo una recaída, como le ocurre cada tanto. Se imagina a la tía en tamaños gigantescos acercándose a ella.
Silvia se sentó en el rincón contemplando unos dibujos. En ellos se veían cuatro mujeres. Todas eran muy parecidas. Su tía dibujada más grande y sobre el resto de los rostros. Sacó un marcador negro, le sacó la tapa y quiso recordar a la próxima mujer que dibujaría en la pared. Pero ¿Cómo era?
Un recuerdo. El tren. El calor. “y con solo 1 pesito, se puede llevar este fabuloso calendario…sin compromiso señora ehh”. La vendedora ambulante.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
La cena esta lista

Señoras , señores, homosexuales y homofóbicos:
Son todos bienvenidos al blog " dame tu zangalanga" en honor al hit de Nicolino Roche. En primer lugar me gustaría aclarar que este es un espacio abierto donde es libre la opinión de cualquiera ya sea negro , blanco, amarillo, judío, católico, ateo , musulmán, puto, puta , milico, zurdito, nazi, liberal, proteccionista, rollinga, cumbiero, hippie , etc.
Muchas de las publicaciones no cobraran sentido para aquellos que no frecuenten conmigo. Mientras que para mis amigos o enemigos , este tipo de textos si lo hará.
Otras publicaciones, libres de interpretación , trataran sobre cosas donde todos van a poder opinar ya que no hará falta conocer a los personajes, hechos o chistes, que solo mis amigos, enemigos y yo conocemos. Obviamente se van a tratar ciertos temas que sin un previo conocimiento básico, ni aunque seas amigo, enemigo o desconocido lo vas a entender.
El blog se lo dedico a la libertad de expresión, donde se abre batalla al punk y al progresivon , al dark y al rollinga, al ateo y al opus dei, al señor de derecha con el intelectual de izquierda....
A TODOS que estén dispuestos a expresarse libremente , sin imponer nada a través de la violencia, ni la represión. Aunque creo que esto de libertad de expresión ya va generar molestias en ciertos grupos....